Siguiendo con la entrada de la Iglesia Católica en la campaña electoral, que conste que por mi cada cual que diga lo que quiera, hay algo que me indigna profundamente.
Entre las muchas cosas que dijeron los obispos, el otro día, está su preocupación porque el deterioro de la economía incremente el nivel de desempleo, ya que esto va a afectar con más intensidad a los inmigrantes y, la consecuencia, sería un incremento de la delincuencia.
Asociar paro, inmigrantes y delincuencia es, en si mismo, una aberración. Pero lo es más si quien lo dice es una Iglesia que pide el voto para partidos que “defiendan la vida”. Desde luego, con declaraciones como estas, no les arriendo yo las ganancias a los inmigrantes que han venido a nuestro país a trabajar honradamente.
Esto me da un motivo más para ir a votar, conseguir la integración social y económica de los inmigrantes en nuestro país, para evitar que alguno pueda ver en “riesgo” su vida por las declaraciones insensatas de unos pocos.
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