En muchas ocasiones los políticos, aunque se equivoquen, actúan de buena voluntad. Creo que ese es el caso del acuerdo que Ayuntamiento y Diputación de Córdoba quieren firmar para que, por una parte, se cedan las Caballerizas al Ayuntamiento y, por otro lado, la Diputación construya un edificio para sus oficinas en el solar anexo al Palacio de la Merced.
No hay mucho que objetar a la puesta en uso de un espacio tan emblemático como las Caballerizas, ni tiene mucho sentido que permanezca sin uso un amplio solar en el centro de Córdoba. Lo preocupante del caso es que la Diputación, aprovechando este acuerdo, quiera forzar la construcción de un aparcamiento público en rotación en el subsuelo del mencionado solar y que el Ayuntamiento de Córdoba, además, se lo quiera permitir.
No veo yo muy claro que una institución pública, del tipo de la Diputación de Córdoba, se tenga que dedicar a construir ese tipo de aparcamientos en una ciudad que, por otro lado, difícilmente entra en el ámbito de sus competencias. No creo que deba ser su objetivo.
Pero más raro me resulta que la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Córdoba, que de planificación y planeamiento debe saber algo, no haya advertido el difícil encaje que tiene ese posible aparcamiento en el marco de una política de movilidad que fomente el transporte público.
No lo digo solo por el daño que se le causaría a AUCORSA, que por cierto he leido en la prensa que en el 2007 perdió 500.00 viajeros, sino también porque resulta contradictorio que Andrés Ocaña venda el proyecto de un tranvía, una de cuyas líneas pasaría cerca del Palacio de la Merced, y al mismo tiempo invite a la gente a no usar este futuro tranvía construyendo grandes aparcamientos públicos en rotación.
No me vale mucho el tan traído y llevado argumento de que los comerciantes del centro de la ciudad reclaman más aparcamientos. Yo los comprendo, pero sinceramente no creo que el futuro del comercio esté en saturar dicha zona de coches. Además, justo enfrente del Palacio de la Merced tenemos un amplísimo aparcamiento en el subsuelo del conocido como Plan Renfe. ¿Hay que llevar los coches hasta la puerta de la tienda?
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